En mi investigación, me doy cuenta de que la información ya está en el mismo ambiente, pero para aprenderla es necesario procesarla: desechar o aceptar. El proceso de aprendizaje de cada humano es diferente, cada quien desecha y acepta la información según sus intereses; la enseñanza debe contemplar todos estos aspectos.
Además, en una escuela no sólo hay alumnos y maestros, sino que también directivos y demás gente que también se preocupa por evaluar el proceso, a través de cuestionarios, pruebas, y diversos instrumentos con lo que se cumple teóricamente la propuesta de una educación vanguardista.
En general, este bimestre me sentí cambiado, ahora conozco las maneras de hacerle llegar la información que quiero al alumno, he esquematizado distintas maneras de comportamiento, he observado la estructura del trabajo laboral en una escuela, además de visualizar la importancia de la comunicación y la convivencia con los alumnos y con los compañeros docentes.
Mi autoevaluación final es de un estatus positivo, porque he logrado comprender lo que mis errores me estaban diciendo y porque he mejorado a partir de ello; a partir de ahora sólo queda seguir trabajando y seguir mejorando, pero sobre todo diseñar una manera efectiva de hacer llegar la información que quiero que aprendan mis alumnos: a través de su sistema de representaciones.
La comunicación entre las autoridades escolares (padres, directivos, maestros), es un requisito fundamental en la estructura de la escuela.
El mundo está lleno de información "aprendible", hace falta descifrar la manera de transmitir una parte de esa información.
El sistema de representaciones permite filtrar la información por aprender, según nuestros intereses.
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